El Atlético de Madrid ha conseguido vencer al Getafe en un duelo disputado y tenso en el que el cuadro rojiblanco fue mejor y en el que, sin duda, Diego Costa acaparó todos los focos del encuentro. El hispano brasileño debutó en el Metropolitano y demostró que es capaz de lo mejor y de lo peor.
Ya en la primera mitad, la sola presencia de Costa se notaba para el resto de compañeros. Especialmente para Griezmann, más liberado en el juego ofensivo. De las botas del francés salió el primer gol, cuando encaró portería y asistió a Correa para que enviara el balón al fondo de la red. Munuera Montero se convirtió en el protagonista inesperado del partido con una secuencia de tarjetas antes del paso por el vestuario.
En el segundo período se calmaron los ánimos a la par que el Atlético se hacía dueño y señor del partido. El tiempo pasaba sin que el Getafe creara peligro y llegó el momento de Diego Costa. Primero vio una amarilla por soltar el brazo mientras protegía el balón. Luego marcó el 2-0 tras un centro de Vrsaljko. Y en la misma celebración, se metió en la grada y vio la segunda amarilla. Con uno menos, el Atlético se limitó a esperar que pasara el tiempo ante un equipo, el de Bordalás, que apenas llegó a tener una ocasión clara de gol.
