Deportivo y Espanyol daban el pistoletazo de salida a esta jornada 25 de LaLiga Santander. Duelo de necesitados en Riazor, entre dos equipos que sumaban entre ambos quince jornadas consecutivas sin conocer la victoria en la competición doméstica. Ni gallegos ni catalanes habían saboreado un triunfo en 2018, un factor, el de la ansiedad, que se notó desde los primeros compases del choque.
El partido comenzó con un gran número de imprecisiones, el balón quemaba en los pies de los protagonistas y no se veía jugada trenzada alguna sobre el verde de Riazor. El Dépor intentaba llevar la iniciativa del juego, pero era un constante quiero y no puedo. No fue hasta pasada la media hora cuando Cartabia estrelló su disparo contra la madera, en la ocasión más clara del primer acto en A Coruña.
En la segunda mitad el Espanyol despertó pero el ritmo del partido seguía siendo muy lento y trabado. Una jugada aislada provocó un derribo de Granero dentro del área a Lucas Pérez, pero Diego López le adivinó las intenciones al delantero gallego y evitó el gol coruñés. Unos minutos más tarde, era Andone el que se topaba con la madera de nuevo con un cabezazo franco en el área catalana. Sufrió el Espanyol más de la cuenta, pero se llevó un buen punto del feudo blanquiazul.
Reparto de puntos en Riazor en un partido donde el Deportivo puso todo lo necesario para ganar pero no lo consiguió. Los hombres de Seedorf seguirán una semana más en puestos de descenso, a dos puntos de la salvación a la espera de ver lo que hace el Levante en su estadio ante el Betis. Por su parte, los de Quique dan un paso importante que les evita meterse en líos mayores, pero no consigue mirar hacía delante en la clasificación.
